La Paleoicnología se encarga del estudio de las trazas fósiles (o huellas) que dejan los organismos del Pasado. Las trazas fósiles, son el reflejo de la actividad vital de los animales extintos y proporcionan una información valiosísima sobre el modo de vida e incluso la apariencia externa de estos animales. Sin embargo, una de las dificultades más importantes es la identificación del productor de esas huellas. Aunque se han desarrollado métodos para identificar al causante de la huella (Carrano y Wilson, 2001), solo podemos inferir fehacientemente al causante del icnofósil cuando encontramos huesos asociados. Por esa razón el estudio de las huellas tiene su propia taxonomía llamada icnotaxonomía y separada de la taxonomía del animal que pudo producirlas (Díaz-Martínez, 2013).
Yacimiento de Peñaportillo (La Rioja). Foto por Angélica Torices
No solamente las huellas de animales vertebrados como los dinosaurios son icnofósiles. Todo rastro o huella de actividad se considera como tal. Por ejemplo, marcas de dientes en los huesos, coprolitos (defecaciones fósiles), o madrigueras hechas por invertebrados como los cangrejos.
Marcas de dientes de Tyrannosaurus en huesos de herbívoros:
http://public.media.smithsonianmag.com/legacy_blog/tyrannosaurus-damaged-bones.jpg
Galerías de habitación (Thalassinoides)
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/8/83/ThalassinoidesIsrael.JPG
Coprolito de dinosaurio carnívoro:
https://es.wikipedia.org/wiki/Coprolito#/media/File:Coprolite.jpg
Las huellas de dinosaurio fósil como las que podemos ver, por ejemplo, en Igea y Enciso, so moldes naturales del pie formadas cuando el dinosaurio pisó sobre un sedimento blando de grano fino.
Estas huellas son de tremenda utilidad puesto que nos permiten estudiar la manera de caminar del animal que las produjo, su velocidad, la posición natural de los dedos o incluso observar cómo eran los tejidos blandos de la planta del pie si tenemos la suerte de que quede preservado.
Es muy importante que tengamos en cuenta la interacción entre el sedimento y el pie. Dicha interacción provoca cierta deformación en la huella preservada por lo que no tendremos nunca una reconstrucción 100% real del pie. Imagina tus pies dejando huellas en la arena de la playa. ¿Son realmente una imagen 100% perfecta de tu pie? Si observas con atención veras que no puesta que la interacción de tu pie con la arena blanda de la playa ha deformado ligeramente la forma de tu pie.
Imagina un dinosaurio caminando sobre un sedimento blando como la orilla de un lago o una playa.
Un tipo especial de huella es lo que llamamos huellas fantasma o undertracks. Estas huellas se forman cuando lo que encontramos no es la huella original sino la impresión que dejo esa huella en las capas sedimentarias inferiores y que por lo tanto será más difusa. A veces solo nos queda esa huella fantasma puesto que la huella original se pierde por la acción de los elementos.
Esquema de formación de huellas. Modificado de http://paleo.cc/paluxy/ovrdino.htm
¡Esa es la pregunta del millón en Paleoicnología! Lo más complicado es intentar averiguar el productor de la huella. A menos que nos encontremos al animal muerto con la pata dentro de la huella es prácticamente imposible que podamos identificar a la especie de dinosaurio concreta que dejó la huella. Pero no todo está perdido. Los diferentes grupos de dinosaurios tenían diferentes morfologías de pies y gracias a ello, de un solo vistazo podemos asignarlas a un grupo mayor de dinosaurios.
Gracias a la utilización de estudios estadísticos y medidas precisas podemos además intentar agruparlas en diferentes categorías que se llaman icnogéneros e icnoespecies y que constituyen una clasificación parataxonómica aparte.
Escultura de saurópodo en Igea. Foto por Angélica Torices
Huellas de mano y pie de seudópodo en el yacimiento de Valdecevillo (Enciso, La Rioja). Foto por Angélica Torices.
Escultura de un dinosaurio terópodo (Baryonyx) en el yacimiento la Era del Peladillo (Igea, La Rioja). Foto por Nerea Jiménez.
Huellas de dinosaurio carnívoro (terópodo) en el yacimiento de Valdecevillo (Enciso, La Rioja). Foto por Angélica Torices.
Un dinosaurio terópodo y otro ornitópodo en el yacimiento de la Virgen del Campo (Enciso, La Rioja). Foto por Angélica Torices.
Huellas de dinosaurio ornitopodo en el yacimiento de Valdecevillo (Enciso, La Rioja). Foto por Angélica Torices.